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sábado, 10 de noviembre de 2012

Así funciona el “disipador Salter”; o cómo frenar huracanes utilizando neumáticos viejos


El devastador huracán Sandy que azotó EE.UU. la semana pasada podría haberse debilitado y convertido en menos destructivo con una tecnología sencilla y económica basada en un componente sorprendente sobre la que flota: neumáticos viejos de automóviles. Es una idea que desde 2009 lleva persiguiendo uno de los pionero mundiales en investigación de energía undimotriz, el ingeniero británico Stephen Salter.

Y comienza cuando, hace 3 años, obtuvo la financiación de los multimillonarios de Microsoft Bill Gates y Nathan Myhrvold para llevar a cabo la idea de usar miles de neumáticos atados a tubos gigantes de plásticos, que se extienden 100 metros de profundidad en el océano, para frenar los huracanes.

El “disipador o sumidero Salter” (Salter Sink) se basa en una idea tan sencilla como grandiosa: la energía del sol calienta la superficie del océano, el vapor de agua sube hacia arriba y se crean tormentas, que pueden convertirse en huracanes cada vez más peligrosos.

Y la reducción de su potencial destructivo sólo es posible si podemos enfriar la superficie del océano: aunque sólo sea un grado centígrado, esto puede suponer la diferencia entre un huracán de categoría 4 o de categoría 5.

Pero, ¿cómo enfrías miles de kilómetros cuadrados de superficie de océano por debajo de los 26.5C, la temperatura crítica en la que se forman los huracanes.? Ahí entra Stephen Salter con dos puntos de vista que hacen que sea muy convincente:

- En todas partes hay agua caliente en la superficie del océano; y agua fría debajo.

Esto nos hace pensar que basta con agitar el agua un poco para que se mezclen. Por supuesto, eso también conllevaría una asombrosa cantidad de energía, pero …

- Hay una tremenda cantidad de energía disponible…en las olas.

La energía de las olas es a menudo desestimada como práctica de utilizar ya que se encuentra muy lejos de la gente. También es difícil aprovechar porque el equipo debe resistir condiciones duras de trabajo.

Así que, básicamente, el “disipador de Salter” funciona como una bomba hidráulica gigantesca alimentada por energía undimotriz: Las olas empujan el agua caliente de la superficie del océano hacia la parte superior del cilindro, que bombea el agua de su interior hacia abajo, saliendo alrededor de 100 metros por debajo para mezclarse con el agua más fría.

Y así se enfría el océano.